Cuando No Sé Que Decir – Pr. Bruno

cdrchileBlogLeave a Comment

Hay veces cuando estamos orando y estamos más distraídos que enfocados en Dios, el reino o aun las peticiones de nuestro corazón. Podemos estar orando por algo cuando empezamos a pensar en la ropa que tenemos que lavar y los trámites que tenemos hacer y al final no llegamos a ninguna parte.

Aquí hay algunas ideas para ayudarnos a disfrutar nuestro tiempo con el Señor. Parte de lo que queremos hacer es ir de disciplina a deleite.

1) Escribe tu oración.

Los Salmos son oraciones que están escritas y de la misma manera, tu puedes escribir tus oraciones al Señor. Si encuentras que tu mente se distrae fácilmente, intenta escribirle una carta de amor al Señor.

Al escribir tus oraciones estás forzando tu mente a concentrar en lo que estás haciendo. También sirve de recuerdo de lo que estás pasando en este momento y puedes mantener un record de tus peticiones y platicas.

No te olvides de tomar un momento para escribir lo que sientes que el Señor te está hablando de vuelta.

2) Dibuja tu oración.

Si tuvieras que ilustrar tu vida en este momento o la situación que está pesando sobre tu corazón, ¿cómo se vería? No tienes que ser un artista, toma un lápiz y dibuja tu situación actual en el lado izquierdo de una hoja.

En el lado derecho, dibuja lo que sientes que el Señor quiere hacer o lo que declara su Palabra.

Por ejemplo, tal vez estás pasando por un momento de estrés ahora pero sabes que Dios ha prometido paz. En el lado izquierdo puedes dibujarte estresado y al otro lado te puedes dibujar con una sonrisa o completa paz.

3) Usa tu imaginación.

Muchas veces nos perdemos en medio de nuestra oración porque nuestra imaginación no está activada. Antes de que pienses que la imaginación es mala o solo para niños, recuerda este versículo:

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Isaías 26:3

La palabra usada para pensamiento significa entre otras cosas imaginación. Cuando Isaías usa la palabra pensamiento, es más que simplemente tener un montón de cosas almacenado en nuestra mente, está hablando de la totalidad de nuestra mente, que incluye nuestra imaginación.

Si estás orando por protección para tu familia, ¿como se vería eso? Puedes imaginar angeles como guarda espaldas o como si el Señor tu pusiera un escudo alrededor de la familia.

Si estás pidiendo que el Señor supla para ti, imagina la cuenta pagada o Dios supliendo de una manera inesperada.

Los salmos están llenos de imagines que nos ayuda a conectar con Dios: él es un pastor, como también un castillo y torre fuerte, nos protege bajo sus plumas, es el creador, protector, él que nos adiestra para la batalla, etc.

Cuando estés orando y adorando, puedes usar las imágenes que la Biblia nos da para enfocar tu mente y tu corazón.

4) Sale a caminar.

Puedes salir a pesar y hablar con él. Adán y Eva caminaron con Dios.

A veces un cambio de lugar y ritmo puede ayudarte a conectar con el Espíritu Santo de una nueva manera.

5) Usa la Palabra.

Yo estoy eternamente agradecido a Dios por haber incluido oraciones de distintas personas en la Biblia. Una buena manera de aprender a orar es usar la oraciones ya escritas. Por ejemplo, toma una de las oraciones de Pablo y óralo sobre tu vida, tu familia, tu iglesia y nación.

Una buena disciplinar es orar la Biblia de una forma sistemática. Convierte todo lo que lees en oración. Si hay algo no entiendes, pregúntale al Señor. Toma las palabras que encuentras en la Biblia y hazlas tuyas.

6) Ora en lenguas.

Cuando no sabes que orar, una buena estrategia es orar en lenguas. Puedes orar en todo momento, aún cuando estás trabajando o haciendo alguna otra actividad.

A mi me gusta pensar en la persona o la situación por la cual estoy orando y empiezo a orar en lenguas. Hay demasiado para tocar este tema en este momento, pero los beneficios de orar en lenguas son innumerables.

7) Sé específico.

Cuando estás orando, trata de ser lo más específico posible. Mas que nada, te fuerza a pensar en lo que estás haciendo y diciendo. Mucha gente ora diciendo cosas como: Señor, bendice mi familia, o ayúdame en mi trabajo. Esas oraciones son tan vagas, ¿como sabrás si son contestadas?

Si Dios te ayuda en tu trabajo, ¿que significa eso? ¿Como sabrás si ha contestado? Pide al Señor que te ayude a ser específico y pide ver las cosas de su perspectiva.

Recuerda que estás en una relación con tu Padre celestial. Habla con él pero también escucha lo que él tiene que decir. Habla de todo y en todo momento. Y recuerda que él quiere conectar contigo también.

No somos regidos por nuestros sentimientos sino por fe. No juzgues tu tiempo en el Señor por lo que sientes porque eso siempre puede fluctuar. La eficacia de tu oración no está basada sobre lo que sientes, sino sobre lo que Cristo logró por ti en la cruz.

Pr. Bruno Frigoli

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *