Venciendo la Ansiedad – Pr. Bruno Frigoli

cdrchileBlogLeave a Comment

¿Alguna vez se ha quedad sin sueño por algún problema en el trabajo? ¿Ha sentido los efectos del estrés en su cuerpo? ¿Ha estado tan preocupado por algo que no pudo pensar en nada mas?

¿Que hacemos en esos momentos? Pablo nos indica una estrategia que podemos tomar para combatir la ansiedad. Es importante notar que Pablo no está escribiendo esto de un hotel al lado de una piscina, sino que escribe lo siguiente de una prisión.

Esto me trae consuelo, porque si esto “funciona” para alguien que está en una situación sumamente difícil, sé que puede funcionar para mi. No sé usted, pero yo estoy cansado de formulas que no funcionan en la vida real.

Lea lo siguiente:

4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Filipenses 4:4-7

Pablo comienza dando un mandato y es de regocijarnos. ¡Me encana que el Señor nos llama a regocijarnos! A veces tenemos la idea que Dios está de mal humor y siempre gruñón, pero no es así. Este Dios nos llama a regocijarnos.

Esto todo comienza con una decisión. Yo decido si he de regocijarme o no. Muchas veces nos hacemos las víctimas de nuestras circunstancias en vez del producto de lo que Cristo ha logrado en la cruz.

33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Juan 16:33

Cristo parece contradecirse a si mismo. Si hemos de tener paz, ¿porque la aflicción? Si él ha vencido al mundo, ¿porque no se va la aflicción?

Lo que nos dice es que a pesar de las circunstancias podemos experimentar paz, gozo y victoria. Significa que las circunstancias no nos han de determinar, sino que somos el producto de la victoria de Cristo.

Pablo sigue y nos insta a mostrar nuestra gentileza (versículo 5). ¿Que tiene que ver gentileza en todo esto?

Lo que está diciendo es que podemos estar tranquilos, porque el Señor está cerca.

Cuando pasamos por malos momentos, las personas que nos rodean esperan que reaccionemos de una cierta manera. Si nos echan del trabajo, si el proyecto no resulta, si la suegra se muda a nuestra casa, la gente que nos rodea espera ver preocupación, el comernos la uñas, úlceras formando. Cuando no reaccionamos de esa manera, llama la atención de los demás.

Y el secreto de mantener la calma es reconocer que el Señor está cerca. No te ha dejado. No se ha olvidad de ti. ¡Así que ánimo!

Hasta este momento Pablo ha estado formando una base y un contexto para lo que viene.

En el versículo 6 nos llama a no estar afanosos por nada. Quiero repetir eso: por nada estéis afanosos. Por nada. Nada.

Parece imposible, hasta que nos da una estrategia, en todo damos a conocer nuestras peticiones. En otras palabras, estamos hablando con Dios sobre todos los detalles de nuestras vidas.

¿Te preocupa tu futuro y lo que vas a hacer? Habla con él.
¿Estás ansioso por la situación en tu familia? Habla con él.
¿Estás preocupado por las finanzas? Habla con él.
¿Estás éstresado por ese proyecto que tienes que presentar? Habla con él.

La idea es que hables con el Señor en todo momento, sobre cualquier tema, cuantas veces sea necesario.

Pedro lo dice de esta manera—

6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

1 de Pedro 5:6-7
Y no solo damos a conocer nuestras peticiones y oraciones y ruegos, sino que lo hacemos con acción de gracias.

La mayoría de las veces que Pablo habla acerca de la oración menciona acción de gracias.

Le podemos dar gracias que nos escucha (1 de Juan 5:14-15), que por fe ya tenemos lo que hemos pedido (Marcos 11:24), que el es un buen padre y sabe cuidar de nosotros (Mateo 6:25-34). Dale gracias por las veces que a suplido e intervenido en tu vida antes. Dale gracias por su majestad, su belleza, su gloria. Dale gracias.

Y el resultado de todo esto, es que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento (en otras palabras, uno está en paz y no sabe porque) guardará tu corazón y tus pensamientos en Cristo Jesús. La paz de Dios actuará como un guarda espalda y protegerá tu corazón y tu mente en Cristo.

¿Hay algo que te tiene preocupado en este momento? ¿Algo que te tiene ansioso? Toma un momento y dale gracias que te escucha y que no tienes que estar afanoso y dale a conocer esas cosas que quieren robarte de tu paz y gozo.

Pr. Bruno Frigoli.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *